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Patologías Frecuentes

FIMOSIS

CRIPTORQUIDIA

HERNIA INGUINAL

HIDROCELE

HERNIA UMBILICAL

LESIONES DE LA PIEL Y TEJIDO SUBCUTÁNEO

FIMOSIS

Corresponde a la estrechez del prepucio (piel que recubre el pene), lo que determina dificultad o incapacidad para retraerlo y descubrir el glande. Puede ser de distinta severidad: total o parcial. La causa de está condición se debe al origen embriológico de la piel que recubre al glande. Por esto es considerada normal durante los primeros dos a tres años de vida. Después de esta edad se considera necesario, en aquellos niños que la estrechez no ha cedido espontáneamente, realizar una intervención quirúrgica que permita la retracción del prepucio con el objetivo de evitar potenciales complicaciones de la fimosis. (Infecciones, parafimosis, Infección Urinaria, trastornos dermatológicos de la piel prepucial, acumulación de orina entre el glande y el prepucio). También existen razones religiosas y étnicas para realizar una circuncisión.

La circuncisión es una intervención quirúrgica que se realiza, en el niño, con anestesia general más un bloqueo peneano con anestésico local . La intervención propiamente tal consiste en resecar el segmento de piel estrecha, permitiendo la retracción fácil del prepucio.

La intervención dura aproximadamente una hora, después de la cual el niño va a recuperación y luego a su pieza.

Los cuidados post operatorios incluyen una adecuada analgesia, evitar los traumatismos en el pene, observar la aparición de sangrado ( es normal ver algunas gotas de sangre), signos de infección (fiebre, aumento del dolor, enrojecimiento, supuración). El reposo y la disminución de la actividad física por un período limitado de tiempo son parte del éxito de la intervención.

Los niños sometidos a circuncisión no tienen dificultades futuras en su aseo genital ni su actividad sexual en la edad adulta.  

 

CRIPTORQUIDIA

Corresponde a la ausencia de uno o ambos testículos en el escroto. Estos se pueden hallar en el trayecto inguinal, dentro del abdomen, en el muslo o periné (en estos dos últimos casos se habla de ectopía testicular). La criptorquidia es frecuente en los recién nacidos prematuros . Los testículos pueden descender espontáneamente hasta el año de vida. Después de esta edad no hay descenso espontáneo.

La criptorquidia se produce por varias razones: mecanicas, hormonales, genéticas, etc. Todas ellas interfieren en algún momento del descenso normal del testículo desde la cavidad abdominal al escroto.

Los niños con criptorquidia presentan en la vida adulta una mayor frecuencia de infertilidad y cáncer testicular. Estas son dos poderosas razones para operar a los niños que al año de vida aún no tienen ambos testículos en su escroto.

La intervención quirúrgica que reubica el o los testículos en el escroto se llama ORQUIDOPEXIA. Esta se realiza con anestesia general más un bloqueo con anestésico local de la región inguino escrotal. La operación consiste en descender el testículo al escroto a través de una incisión inguinal y otra escrotal en cada lado afectado. El procedimiento dura 60 a 90 minutos. El resultado estético es generalmente muy bueno.

Los cuidados post operatorios incluyen una adecuada analgesia, evitar los traumatismos sobre las heridas, observar la aparición de sangrado ( es normal ver algunas gotas de sangre), signos de infección (fiebre, aumento del dolor, enrojecimiento, supuración). El reposo y la disminución de la actividad física por un período limitado de tiempo son parte del éxito de la intervención.


HERNIA INGUINAL

Corresponde a la aparición de aumento de volumen en la región inguinal proyectándose a veces hacia el escroto en el hombre y el labio mayor en la mujer. Característicamente este aumento de volumen aparece cuando el niño hace fuerza, tose, llora o elimina deposiciones. El origen de las hernias inguinales en el niño corresponde a la persistencia del conducto por el cual descendió el testículo en el hombrecito y en la niñita es el conducto que permite la existencia de un ligamento que mantiene el útero en su posición. Los prematuros y los hombres tienen una mayor frecuencia de esta enfermedad.

La hernia inguinal en el niño se manifiesta como un aumento de volumen indoloro en la región inguinal, frecuentemente bilateral, que cambia de tamaño según la actividad. Ocasionalmente puede ser dolorosa. El signo de mayor alarma es cuando la hernia no puede ser reintroducida hacia el abdomen, generando dolor importante, vómitos y cambios de coloración sobre la región inguinal. Esto último se conoce como hernia atascada y constituye una urgencia médica.

La hernia inguinal debe ser operada a la edad que se diagnostica ya que no existe resolución espontánea.

La operación se realiza con anestesia general y bloqueo con anestésico local de la zona operatoria y consiste en cerrar la comunicación entre la región inguinal y la cavidad abdominal a través de una pequeña incisión. Con bastante frecuencia se recomienda realizar herniorrafia en ambos lados, izquierdo y derecho, dado la alta frecuencia de bilateralidad.

El acto quirúrgico dura 60 a 90 minutos. El resultado estético es generalmente muy bueno. Los cuidados post operatorios incluyen una adecuada analgesia, evitar los traumatismos sobre las heridas, observar la aparición de sangrado ( es normal ver algunas gotas de sangre), signos de infección (fiebre, aumento del dolor, enrojecimiento, supuración). El reposo y la disminución de la actividad física por un período limitado de tiempo son parte del éxito de la intervención.

HIDROCELE

Corresponde a la presencia de líquido rodeando al testículo en el escroto. Se presenta como un aumento de volumen fluctuante a nivel escrotal, a veces de color discretamente azuloso, indoloro, de mayor tamaño durante las horas de la tarde. El origen de este cuadro corresponde a la persistencia del conducto por el cual el testículo desciende durante la vida fetal. Por este conducto pasa líquido de la cavidad abdominal hacia el testículo.

En ocasiones el hidrocele no llega hasta el testículo apareciendo como un nódulo en la región inguinal, lo que se denomina QUISTE DEL CORDÓN en hombres o QUISTE DE NUCK en mujeres. Ambas condiciones son generalmente asintomáticas y se tratan de igual forma que un hidrocele.

El hidrocele puede desaparecer espontáneamente en los primeros meses de la vida. Sí esto no ocurre o aparece después del año de vida se realiza una operación que consiste en cerrar la comunicación entre el escroto y la cavidad abdominal a través de una pequeña incisión. Esta operación se realiza con anestesia general y bloqueo con anestésico local de la zona operatoria. El acto quirúrgico dura 45 a 60 minutos. El resultado estético es generalmente muy bueno.

Los cuidados post operatorios incluyen una adecuada analgesia, evitar los traumatismos sobre la herida, observar la aparición de sangrado ( es normal ver algunas gotas de sangre), signos de infección (fiebre, aumento del dolor, enrojecimiento, supuración). El reposo y la disminución de la actividad física por un período limitado de tiempo son parte del éxito de la intervención.

 

 

HERNIA UMBILICAL

Corresponde a la aparición de aumento de volumen en la región umbilical Característicamente este aumento de volumen aparece cuando el niño hace fuerza, tose, llora o elimina deposiciones. El origen de la hernia umbilical está en la vida fetal cuando se forma la cavidad abdominal. Al nacer prácticamente todos los recién nacidos tienen una pequeña hernia umbilical, la que se va cerrando espontáneamente en los primeros años de la vida.

La hernia umbilical se manifiesta como un aumento de volumen indoloro sobre el ombligo que cambia de tamaño según la actividad. Ocasionalmente puede ser dolorosa. A veces este aumento de volumen es bastante grande.

La hernia umbilical debe ser operada cuando el cierre espontáneo no ha ocurrido a una edad cercana a los 4 años, cuando el defecto va creciendo o cuando produce un problema estético importante.

La operación se realiza con anestesia general y bloqueo con anestésico local de la zona operatoria. A través de una pequeña incisión en el borde del ombligo se cierra el orificio que permitía la aparición de la hernia.

El acto quirúrgico dura 45 a 60 minutos. El resultado estético es generalmente muy bueno. Los cuidados post operatorios incluyen una adecuada analgesia, evitar los traumatismos sobre las heridas, observar la aparición de sangrado (es normal ver algunas gotas de sangre), signos de infección (fiebre, aumento del dolor, enrojecimiento, supuración). El reposo y la disminución de la actividad física por un período limitado de tiempo son parte del éxito de la intervención.

 

LESIONES DE LA PIEL Y TEJIDO SUBCUTÁNEO

En el lactante, preescolar y niño mayor existen muchas lesiones de la piel y tejido celular subcutáneo (que está bajo la piel) que pueden requerir una intervención quirúrgica. Por lo general estas lesiones son de carácter benigno y de origen congénito. Las razones por las que deben ser extirpadas varían según los distintos diagnósticos , pero generalmente se debe ala necesidad de precisar el origen de la lesión (biopsia), por razones estéticas (ejemplo quistes de la ceja, faciales, del cuello, etc), evitar o solucionar complicaciones: infección en el caso de algunos quistes, degeneración maligna en el caso de algunos lunares.

Estas intervenciones, considerando solo su tamaño, pudieran ser realizadas con anestesia local. Sin embargo en el niño generalmente requieren de anestesia general debido al stress psicológico que le significa el estar en un lugar desconocido con personas que no reconoce como cercanas. El realizar una intervención con el niño excitado pone en riesgo su seguridad, el éxito de la cirugía y sin duda genera mayores temores a futuras acciones médicas.

El objetivo general de estas operaciones es extirpar completamente la lesión generando el menor trastorno estético posible, sin poner por esto último en riesgo el éxito de la intervención.

La operación dura en general menos de 60 minutos. Después de ella los niños quedan con su herida cubierta. Los cuidados post operatorios incluyen una adecuada analgesia, evitar los traumatismos sobre las heridas, observar la aparición de sangrado (es normal ver algunas gotas de sangre), signos de infección (fiebre, aumento del dolor, enrojecimiento, supuración). El reposo y la disminución de la actividad física por un período limitado de tiempo son parte del éxito de la intervención. El resultado estético es generalmente muy bueno, dependiendo de factores genéticos propios de cada niño. Otro cuidado importante en todas las heridas es protegerlas de la exposición solar por 6 meses después de la operación con medios físicos (ropas, sombreros) o bloqueadores solares propiamente tal.

 

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